Radio Gracia y Amor

Fe - Gracia - Escritura - Cristo - Gloria a Dios

La doctrina de la Soberanía de Dios no es un mero dogma metafísico sin ningún valor práctico, sino que es una enseñanza destinada a influir poderosamente en el carácter cristiano y en el andar de cada día. La doctrina de la Soberanía de Dios es básica en la teología cristiana, y su importancia es, quizá, solamente superada por la de la inspiración divina de las Escrituras.

Toda doctrina Bíblica es clave para el bien de la iglesia. Sin embargo, existen entre ellas varias que son fundamentales para la edificación de una iglesia sólida. Estas cinco doctrinas, que se presentan aquí, o sea, la corrupción del hombre, su elección en Cristo, la expiación eficaz, la gracia irresistible, la perseverancia de los santos, son básicas. Al no tener un concepto cabal de la seriedad del problema del hombre, el evangelio que se predica es deficiente. Al no concebir con firmeza la actuación de Dios a favor del hombre en gracia, la tentación nos llega de predicar un evangelio de buenas obras. Obras sin sentido y objetivo al no tener valor para la salvación del hombre. Al dominar estas doctrinas, no solo al nivel intelectual, sino en lo concreto de la experiencia, el creyente descubrirá nuevas dimensiones en su vida en Cristo.

El fundamento de todo conocimiento verdadero de Dios ha de ser la clara comprensión mental de sus perfecciones, tal como se revelan en la Sagrada Escritura. No se puede servir ni adorar a un Dios desconocido, ni depositar nuestra confianza en Él. En este breve libro el autor se esfuerza en presenta algunas de las principales perfecciones del carácter Divino. Necesitamos algo más que un conocimiento teórico de Dios. El alma solo conoce verdaderamente a Dios cuando se rinde a Él, cuando se somete a su autoridad, y cuando sus preceptos y mandamientos regulan todos los detalles de la vida.

Los sermones que se incluyen en este libro, fueron todos predicados en el Surrey Music Hall (Londres, 1859) y son típicos de los muchos allí predicados. En ellos se encontrarrá la razón que explica el extraordinario éxito que en todo tiempo acompañó al ministerio de Spurgeon. ¿Qué es lo que reunía y sostenía una congregación de ocho mil almas? ¿Propaganda? ¿Cultos vistosos? ¿Acompañamientos musicales? ¿Consejeros organizados? ¡No!, Spurgeon no tenía ninguna de estas cosas. "Pero era el mismo evangelio que se predica hoy en día en todas partes", quizá pensará alguien, ciertamente, lo que él predicaba era el evangelio, pero el evangelismo que tan profusamente se estila hoy en día, ¿Encontramos el mismo evangelio de Spurgeon?, que el lector de estos sermones con toda seriedad conteste por sí mismo a esta pregunta.

La Persona y ministerio del Espíritu Santo son temas de mucha importancia para la iglesia de hoy en día. En una forma muy precisa y detallada, el Dr. Palmer, nos presenta la enseñanza bíblica sobre este temario. Se desarrolla en una manera amplia la labor del Espíritu Santo con la creación, la gracia común, la regeneración, la santificación, etc. No hay duda de que esta presentación del Espíritu Santo enriquecerá no solo el conocimiento de cada cristiano, sino que jugará un papel importante para la profundización y crecimiento de cada iglesia cristiana.

Preparada por los ANCIANOS y HERMANOS de muchas CONGREGACIONES
de cristianos (bautizados por profesión de fe) en Londres y el resto de Inglaterra.

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¡Lecturas!


Para nosotros es un gozo animarle, para que continue conociendo al único Dios vivo y Verdadero revelado en Las Sagradas Escrituras. Ante todo, le recomendamos leer toda la Palabra de Dios, la Biblia, y después, Sí, aprovechar la buena literatura que el Señor nos ha permitido tener disponible en nuestro idioma español.

 


¡Lee Toda la Palabra de Dios 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Algunos Libros!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  Tratados Evangelisticos

 

 

         La Verdad Total                                    ¿Dios se Disculpa?                              ¿Como Sabemos?                                                                                                   

 

 

 

 

 

 

                                                                               

 

 

 

 

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    Principio Regulador, 

    Dr. Samuel Waldron